- Cantó una alondra y el niño no la escuchó.
El niño exclamó "!Dios, háblame !"
-Un trueno resonó por todo el cielo, y el niño no lo escuchó.
Dios, déjate mirar
- Una estrella iluminó radiante el firmamento, mas sin embargo
el niño no la miró.
El niño llorando desconsoladamente dijo:
" Dios, tocame para saber que estas conmigo "
Una hermosa mariposa se posó en su brazo, y el niño la espantó.
A veces tenemos de frente aquellas cosas que pedimos, que queremos
y por tenerlas tan de frente, tan cerquita, las pasamos por alto.
Las bondades de la Vida se deslizan tan despacio y tan sublime,
que aún en nuestro corazón le cerramos el paso.
Amarilis ♥
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