lunes, 2 de noviembre de 2009

Cicatriz en el Alma ...



Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.

El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca… pero poco a poco fue calmándose, porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca.

Finalmente, llegó el día cuando el muchacho no perdía la calma para nada… y se lo dijo a su padre y entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca…entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás… y le dijo: "Mira hijo, has hecho bien… pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca…

Ya la cerca nunca podrá ser la misma de antes…". Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca… Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedó hecha… No importa cuantas veces pidas disculpas, la herida está ahí… Una herida física es igual que una herida verbal…

Las personas que te aprecian, son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte… Demuéstrales cuanto los quieres!

Cada vez que pierdes la paciencia, dejas cicatrices como las que lees aqui. Puedes insultar
a alguien y luego retirar lo dicho, pero la cicatriz perdurara por siempre

No hay comentarios: