jueves, 27 de mayo de 2010

Aceptame como Soy...


Una anciana señora china poseía dos grandes baldes, suspendidos en cada extremidad de una vara, que ella cargaba en su espalda. Uno de los baldes estaba rajado y el otro era perfecto. Este último estaba siempre lleno de agua al fin de la larga caminata desde el torrente hasta la casa, en cuanto el rajado llegaba medio vació. Por largo tiempo esto fue así, con la señora que llegaba a la casa con solamente un balde y medio de agua. Naturalmente el balde perfecto estaba muy orgulloso de su propio resultado y el pobre balde rajado tenia vergüenza de su defecto, de lograr hacer solo la mitad de aquello que debería hacer.

Después de dos años, reflexionando sobre su propia y amarga derrota por estar rajado, el balde hablo con la señora durante el camino:

“Tengo vergüenza de mi mismo, porque esta rajadura que tengo me hace perder la mitad de el agua durante el camino hasta tu casa” La anciana sonrió:

“¿Has observado que lindas flores hay solamente de tu lado del camino? Yo siempre supe de tu defecto y plante semillas de flores en tu lado del camino. Y todos los días, cuando regresábamos, tu las regabas. ¡Por dos años pude recoger aquellas bellisimas flores para adornar la mesa! ¡Si tu no fueras como eres, yo no habría tenido aquellas maravillas en mi casa! “ Es preciso aceptar a cada uno por lo que es ... Y descubrir lo que tiene de bueno en el. Por lo tanto, mis “defectuosos” amigos, tener un buen día y recordar de regar las flores de vuestro lado del camino.

sábado, 22 de mayo de 2010

LA FUERZA DEL AMOR


El núcleo del amor es la fuerza, el valor que mostramos para luchar por lo que amamos, la fortaleza para defender lo que más apreciamos, enfrentar desafíos, superar barreras, derribar obstáculos.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia, el atrevimiento, la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos; es en esa entrega sin condiciones donde surgen fortalezas donde antes no las había.

El amor nos da el valor de:

- Luchar por nuestros sueños.
- Dar la vida por los que llevamos en el corazón.
- Modificar nuestra propia existencia.
- Cambiar nuestro ser.
- Rebasar el límite de nuestras potencialidades.

El amor nos da la fuerza:

- Para respetar a los seres que amamos.
- Para sonreír a pesar de las adversidades.
- De la humildad para pedir perdón.
- La grandeza de la comprensión.
- La nobleza de perdonar.

El amor nos da el poder:

- Para manifestar nuestras emociones.
- Para alcanzar estrellas.
- Para convertir nuestros sueños en realidades.
- Entregar nuestra vida por un ideal.

El amor nos transforma en seres superiores, nos despierta nuestra capacidad de asombro, nos da la sensibilidad de la contemplación, nos impulsa a niveles infinitos, nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible y nos impulsa a alcanzar lo imposible.

El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos, a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde, como un conquistador o un conformista, como un ser excelente o un mediocre, como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad, el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.

-Amar a tu prójimo como a ti mismo
- El valor para luchar por tus hijos.
- Cuidar de tus padres.
- Hacer feliz a tu pareja.
- Conceder el perdón a tu enemigo.
- Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.

Pregúntate:

¿Tienes la fuerza para amarte a ti mismo, de convertirte en el ser que estás llamado a ser?
¿Te atreverías a hacer de tu vida una obra magistral digna de las manos que te crearon?
¿Tendrás el valor de ser un auténtico hijo de Dios?
¿Tienes la fuerza del amor?

Nunca tengas temor de EXPRESAR EL AMOR.


Hay momentos en que somos tímidos para expresar el amor que sentimos, por temor a avergonzar a la otra persona o avergonzarnos nosotros mismos, dudamos de decir "te quiero" y tratamos de comunicar la idea de otras formas y con otras palabras...

Decimos "Cuídate", "Conduce con cuidado", "Pórtate bien"...
Pero realmente, estas son diferentes maneras de decir "te quiero", "eres importante para mí", "me importa lo que te suceda", "No quiero que estés mal".

A veces somos muy extraños. La única cosa que queremos decir y la única cosa que debemos decir, es la única cosa que no decimos. Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra persona se siente ignorada y no-querida.

Por ello, debemos ESCUCHAR EL AMOR en las palabras que se nos dicen. Las palabras explícitas son necesarias, pero con mayor frecuencia, la manera de decir las cosas es aún más importante. Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los sentimientos que son expresados de manera poco sincera. Un abrazo o un beso impulsivos dicen "TE AMO", aún cuando las palabras utilizadas digan algo diferente. Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice "te quiero".

A veces deberíamos mirar y escuchar más atentamente el amor que contienen las palabras. El problema de escuchar el amor es que no siempre entendemos el lenguaje de amor que la otra persona está usando. La gente rara vez escucha. Oyen las palabras, pero no escuchan en las acciones que acompañan a esas palabras o en las facciones del rostro. O la gente sólo escucha el rechazo o el malentendido. No ven el amor que está allí, debajo de la superficie, aún cuando las palabras sean amargas.

Si escuchamos atentamente, descubriremos que somos muchísimo más amados de lo que pensamos.

Escuchemos al amor, y haciéndolo descubriremos que, después de todo, el mundo es un lugar muy amoroso.

No se trata de estar presente CON alguien.
Se trata de estar presente PARA alguien.

Así que recuerda: Si amas a alguien díselo.
Recuerda siempre decir lo que sientes. Nunca tengas temor de EXPRESAR EL AMOR.

martes, 4 de mayo de 2010